Declaración del Artista

Durante los últimos siete años he estado viviendo y trabajando en una cueva cerca de Baza (Granada). Los paisajes son mi tema principal y suelo utilizar los materiales más tradicionales de pintura, así como, lienzos.

Hice un máster en bellas artes en 1991 en lo que hoy es la Universidad de Northumbria. En aquellos días el debate en el arte estaba centrado en la era moderna y la filosofía predominante en ese momento, como, por ejemplo, la filosofía de Jaques Derrida y la psicología de Lacan.
El curso que emprendí estuvo profundamente arraigado en cuestiones políticas y sociales de la época. Habiendo participado totalmente en los debates y dado el respeto que tengo hacia la deconstrucción de Jaques Derrida de casi todos los principales pensadores desde Platón, me reservé el derecho como artista para interpretar el mundo que me rodea a mi manera.

Siempre he apreciado la intervención heroica del artista socialmente consciente mediante la exposición y el retrato de la injusticia, el abuso de poder o la mera ‘locura’ de una sociedad totalmente resuelta a su autodestrucción y así, mi camino a través de esta jungla de pensamientos y sentimientos, sería más positivo y trabajaría con algo que no pareciera importar a nadie, como el espíritu y la belleza.

Me parecía que la gente no necesitaba acercarse para que yo les revelara el error de sus caminos, nunca he pretendido adoctrinar a nadie. Desde mi humilde persona, mi intención al dar a conocer mi obra es que cada espectador tenga su propia experiencia sin ningún tipo de condicionamiento por mi parte.

Las principales influencias en mi arte vinieron de los artistas que formaron a los expresionistas abstractos americanos. Mi trabajo ahora rinde homenaje a Mark Rothko y especialmente a sus últimas obras, cerca del final de su vida cuando su alma parecía clamar a la tierra.

Cuando llegué a España pasé algún tiempo tratando de entender y descubrir en qué dirección mi trabajo se desarrollaría, teniendo en cuenta la separación de mi esposa y la pérdida de mi estudio y las modelos con las cuales había estado trabajando.
Finalmente decidí que no había nada más que dejar constancia de mis ‘viajes’ a través del paisaje árido y caliente que me rodeaba. De un modo similar a cómo otros artistas abordan este tema, como por ejemplo, Andy Goldsworthy, he perseguido un objetivo ligeramente diferente que habla del placer y la alegría que todavía existe en nuestro mundo, es gratuito y es un contrapunto a los acontecimientos negativos de la vida moderna. Mis últimas pinturas, con esperanza, crearán un sentido de alegría en el espectador y una apreciación de la belleza que todavía puede ser compartida.