Desde los primeros momentos de la ocupación musulmana de la Península Ibérica, Baza o Medina Baçta recobró el esplendor o importancia que como ciudad ya tuvo en época ibérica. Las fuentes árabes contemporáneas son muy prolijas en narraciones de la riqueza de sus cultivos, como el azafrán o de sus producciones artesanales como la seda y los tejidos confeccionados con ella que eran muy cotizados en todo el Islam. Como ciudad alcanzó un importante desarrollo, del que son reflejo los restos de su Alcazaba, sus baños de La Marzuela, probablemente unos de los baños públicos urbanos mejor conservados de todo el país y una densa trama urbana de barrios o arrabales de estrechas calles y callejuelas que se extienden en derredor de la medina amurallada, bastante bien conservada a pesar de las agresiones sufridas por el incontrolado desarrollo urbanístico de los últimos años.
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En esta sala podemos observar una variada gama de piezas cerámicas, con diferentes decoraciones, representativas del largo periodo de presencia musulmana en Medina Baçta, tanto de época emiral, del califato, como de época almohade y nazarí, además de monedas, y objetos de uso común. Los materiales proceden, entre otros lugares, de las excavaciones urbanas que se vienen realizando en la ciudad en los últimos años y de los baños públicos del arrabal de Marzuela, en el actual barrio de Santiago.